lunes, 7 de febrero de 2011
sábado, 5 de febrero de 2011
Poema de Manuel Ortega Román
A TI, GABRIELA ORTEGA
¡A ti, Gabriela,
te quiero cantar
por ser poeta y gitana
de raza cañí, casi ná!
Cuando recitabas
no se podía aguantar,
tu voz potente y cascada
me asía soñar
que yo era aquel torero
que a las cinco en punto de la tarde
se ponía a torear.
¡Cuántas cornadas te dio la vida
que hasta te tuviste que exiliar
pero como buena Ortega
te arrimabas a los cuernos
y no tenías miedo de na!
Gabriela Ortega
Seguramente es ésta la más amplia y fabulosa dinastía gitana, de flamencos y toreros de donde viene Gabriela Ortega Gómez.
Nacida en Sevilla, el día 15 de Agosto de 1915 en la Alameda de Hércules y en la Casa de sus tíos los Famosísimos Toreros, RAFAEL y JOSELITO EL GALLO.
Gabriela, ha sido y será el eslabón de una dinastía de andaluces geniales, que han dado lustre y esplendor a la tierra andaluza y que han dejado preñadas las páginas de la historia de su arte, por toda la geografía española, inclusive muchos países de América, Francia y Portugal.
Familia cuyo primer gran patriarca fue Enrique Ortega Díaz el Gordo Viejo, cantaor. Casó con Carlota Feria, perteneciente también a una familia cantaora gaditana, y el matrimonio tuvo los siguientes hijos: Enrique el Gordo, cantaor; José el Águila, cantaor; Paquiro, bailaor; Gabriela, bailaora; Chano, cantaor; Manuel, cantaor, y Rita la Rubia, bailaora. Hubo otras generaciones de la misma familia. Enrique el Gordo casó con La Morala, cantaora y bailaora, y tuvieron cuatro hijos: Rita la Gorda, cantaora; Joselito la Morala, cantaor y bailaor; Rosario y Carlota, de quienes no se conoce actividad flamenca. Joselito la Morala tuvo tres hijos: Rafael, cantaor y bailaor; Manuel y José, sin relevancia flamenca. Rafael casó con la bailaora malagueña Trini Heredia, unión de la que nació Manzanita. El Águila casó con Rufina Fernández Espeleta, hija de Curro Dulce, ahijado a su vez del Gordo Viejo. Del matrimonio nacieron seis hijos: Carlota, bailaora; Enrique el Cuco, torero; Rita, bailaora; Manuel el del Bulto, cantaor; Joselón, cantaor, y Rosario, bailaora. Del matrimonio de Manuel el del Bulto y Dolores Juárez nació Manolo Caracol, padre a su vez de Enrique (cantaor), Luisa (cancionera y cantaora) -quien casó con Arturo Pavón hijo-, Lola y Manuela, bailaoras. Gabriela Ortega casó con el torero Fernando Gómez el Gallo, matrimonio del que nacieron Rafael -quien casó con la bailaora Pastora Imperio-, Joselito y Fernando, los Gallos, toreros; Dolores, bailaora no profesional, casó con el torero Ignacio Sánchez Mejías; Gabriela, quien casó con su primo Enrique el Cuco, y Trini, mujer del torero Manolo Martín Vázquez, ninguna de las cuales tuvo actividad artística. Gabriela y el Cuco fueron padres de Gabriela, recitadora flamenca; Trini; José y Rafael, los Gallitos, toreros. Manuel Ortega fue padre del cantaor y banderillero Enrique el Almendro y Carlota, y el bailaor Rafael. Otras dos interesantes figuras de esta inagotable familia fueron la bailaora Regla Ortega y la cantaora Inés Ortega Niña del Columpio.
Gabriela Ortega, su voz, desgarrada, autentica, que sale del alma de un pueblo mestizo y sabio, donde la gracia de Cádiz y el arte de Sevilla, se mezclaron, creando el prodigio irrepetible y único de una GABRIELA UNIVERSAL.
Cursa estudios de Arte Dramático en la Universidad de Sevilla, llegando a ser primera actriz del Teatro Español Universitario, representando Teatro Clásico Español y Europeo en verso clásico. (El Gran Teatro del Mundo, de Calderón de la Barca; La Posadera de Goldini y otros), presentando Teatro Clásico, por primera vez, en el Parque de Maria Luisa de Sevilla.
Su familia, se traslada a vivir a Madrid, por motivos profesionales de sus hermanos que ya eran toreros y allí, sigue relacionada con el mundo del arte, asistiendo, a tertulias literarias. Conoce a muchos de los poetas de la Generación del 27, y algunos le dan a leer sus poemas y al ver sus cualidades interpretativas, su voz profunda, su figura y su talento; la animan a seguir por ese camino.
Es contratada en los Espectáculos que presenta su primo MANOLO CARACOL y también es solicitada por Doña CONCHA PIQUER, para su Espectáculo y por EL PRINCIPE GITANO, que también la llevan, actuando por toda España.
En el año 1950 da su primer recital y monta Espectáculo propio en solitario en el Teatro Lara de Madrid, con asistencia de grandes personalidades de la Cultura, siendo un gran éxito.
Don Gerardo Diego, de La Real Academia Española, publicó en la prensa de Madrid, "El arte de Gabriela Ortega, es singular, no se parece encarnando la poesía a ningún actor o recitador, sobretodo cuando interpreta poemas de temas taurinos. La sangre torera vieja de su estirpe y nueva de impetuoso torrente, le circula por las venas del verso, que vibra y serpentea con un hondo sentido del ritmo, ritmo dicho, cantado, bailado, toreado y esculpido, con una verdad, que solo Gabriela Ortega, ha sabido fundir en materia y espiritualidad hirviente".
Fueron muchos los poetas y personalidades de la cultura, los que alabaron sus cualidades interpretativas y reconociendo sus muchos méritos, le impusieron en Madrid en el año 1.958, la Medalla de Oro, en el Arte de la Interpretación.
Ella fue creadora única de unir el compás de los bailes flamencos, a los poemas, dándole fuerza y vida, como nadie ha sabido hacerlo. Recibió innumerables galardones, de diversas instituciones culturales y taurinas. En Madrid recibió la primera "Flor de Primavera", de la poesía y en Barcelona, actuó en el Liceo. Fue en Coche de Caballos al Teatro y la aclamaron de tal forma que al salir del Liceo la vitorearon como a un torero y el coche de caballos que la llevó de vuelta al Hotel fue acompañado por multitud de seguidores por toda la Rambla.
Ya en su incomprensible exilio; y habiendo cosechado grandes triunfos en Argentina, le dedicaron, (y que tan solo lo tiene, Gabriela Ortega y el Poeta Don José Maria Pemán) en el Teatro Nacional de Buenos Aires, en el palco principal, un sillón con su nombre grabado las letras en oro.
Por los años 60 del pasado siglo, llevó la cultura andaluza, por muchos países de América, Méjico, Argentina, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Cuba, Panamá, Ecuador y parte de Francia y Portugal. Daba conferencias un las Universidades, donde los discos de Gabriela Ortega se utilizaban para facilitar la enseñanza del idioma español, vocalización, acento español y literatura. Los estudiantes expresaban su satisfacción y comprensión con más ímpetu, por la poesía de Federico García Lorca, de Alberti, de Juan Ramón Jiménez y tantos otros, después de ver y escuchar los recitales de Gabriela. Tenía grabados ocho discos en España y dos en Méjico.
Actuó en la mayoría de las Televisiones Americanas, transmitiendo la cultura y folklore andaluza, por donde pasaba.
En el Teatro Bellas Artes de Méjico, el día de su presentación, fue retransmitido por Radio Nacional de España en Madrid y el eco de los aplausos, dicen los que lo recuerdan que aún retumba en sus oídos. Allí en el Teatro de Bellas Artes de Méjico, le concedieron el trofeo más importante, concedido a un artista extranjero; El Azteca de Oro.
Cuando regresa a España continua con sus actuaciones, por distintas ciudades españolas, pero desgraciadamente, es condenada al exilio por el gobierno de Franco: El Ministro de Educación Sr. Lora Tamayo, le envía una carta al respecto, firmada también por el Escultor del Valle de los Caídos Don Juan de Avalos y el Director del Instituto de Cultura Hispánica, con la indicación de no poder recitar en los Teatros Españoles, a los poetas prohibidos por el Régimen, como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Hnos. Machado y tantos otros.
Acepta con resignación la decisión de las autoridades y se marcha de nuevo para América a seguir con sus actuaciones, que alterna con clases de Español y Declamación en las Universidades. En Colombia concretamente le es concedida una Cátedra, dando clases durante tres años, tras sufrir un desafortunado accidente en el escenario y fracturarse un tobillo. Después viaja a Méjico de nuevo e interviene en una Película con Lola Flores y Miguel Aceves Mejías, "Échame la Culpa", donde interpreta, Uno, Dos y Tres de Manuel Benítez Carrasco, (Poema representado y bailado por ella, que le dio tanta fama).
En estos años también se dedica a escribir; entre ellos, ya que fueron varios, había un Guión de una película, "Café Cantante" y que vendió a una Productora Alemana.
Uno de los libros se publicó en 1.996, (al año de su fallecimiento), con motivo de La Feria del Libro; "DINASTÍAS TORERAS DE ANDALUCÍA".
En los últimos años de su vida, cuando volvió de América, dedicó parte de su tiempo a la pintura y a la escritura. Alternando algunas actuaciones esporádicas en Peñas Taurinas. Actuó en Granada en el Palacio de Congresos, con Cristina Hoyos. También en televisión gracias a los programas de Jesús Quintero.
Gabriela Ortega Gómez, falleció el día 11 de Agosto de 1.995 en Aznalcazar, (Sevilla), en una Residencia de Ancianos.
En homenaje a una gran olvidada, Gabriela Ortega Gómez para que su talento, su arte y su temple sigan vivos como su voz en nosotros siempre!!!!
MANUEL ORTEGA NIETO DEL ALMENDRO
Nacida en Sevilla, el día 15 de Agosto de 1915 en la Alameda de Hércules y en la Casa de sus tíos los Famosísimos Toreros, RAFAEL y JOSELITO EL GALLO.
Gabriela, ha sido y será el eslabón de una dinastía de andaluces geniales, que han dado lustre y esplendor a la tierra andaluza y que han dejado preñadas las páginas de la historia de su arte, por toda la geografía española, inclusive muchos países de América, Francia y Portugal.
Familia cuyo primer gran patriarca fue Enrique Ortega Díaz el Gordo Viejo, cantaor. Casó con Carlota Feria, perteneciente también a una familia cantaora gaditana, y el matrimonio tuvo los siguientes hijos: Enrique el Gordo, cantaor; José el Águila, cantaor; Paquiro, bailaor; Gabriela, bailaora; Chano, cantaor; Manuel, cantaor, y Rita la Rubia, bailaora. Hubo otras generaciones de la misma familia. Enrique el Gordo casó con La Morala, cantaora y bailaora, y tuvieron cuatro hijos: Rita la Gorda, cantaora; Joselito la Morala, cantaor y bailaor; Rosario y Carlota, de quienes no se conoce actividad flamenca. Joselito la Morala tuvo tres hijos: Rafael, cantaor y bailaor; Manuel y José, sin relevancia flamenca. Rafael casó con la bailaora malagueña Trini Heredia, unión de la que nació Manzanita. El Águila casó con Rufina Fernández Espeleta, hija de Curro Dulce, ahijado a su vez del Gordo Viejo. Del matrimonio nacieron seis hijos: Carlota, bailaora; Enrique el Cuco, torero; Rita, bailaora; Manuel el del Bulto, cantaor; Joselón, cantaor, y Rosario, bailaora. Del matrimonio de Manuel el del Bulto y Dolores Juárez nació Manolo Caracol, padre a su vez de Enrique (cantaor), Luisa (cancionera y cantaora) -quien casó con Arturo Pavón hijo-, Lola y Manuela, bailaoras. Gabriela Ortega casó con el torero Fernando Gómez el Gallo, matrimonio del que nacieron Rafael -quien casó con la bailaora Pastora Imperio-, Joselito y Fernando, los Gallos, toreros; Dolores, bailaora no profesional, casó con el torero Ignacio Sánchez Mejías; Gabriela, quien casó con su primo Enrique el Cuco, y Trini, mujer del torero Manolo Martín Vázquez, ninguna de las cuales tuvo actividad artística. Gabriela y el Cuco fueron padres de Gabriela, recitadora flamenca; Trini; José y Rafael, los Gallitos, toreros. Manuel Ortega fue padre del cantaor y banderillero Enrique el Almendro y Carlota, y el bailaor Rafael. Otras dos interesantes figuras de esta inagotable familia fueron la bailaora Regla Ortega y la cantaora Inés Ortega Niña del Columpio.
Gabriela Ortega, su voz, desgarrada, autentica, que sale del alma de un pueblo mestizo y sabio, donde la gracia de Cádiz y el arte de Sevilla, se mezclaron, creando el prodigio irrepetible y único de una GABRIELA UNIVERSAL.
Cursa estudios de Arte Dramático en la Universidad de Sevilla, llegando a ser primera actriz del Teatro Español Universitario, representando Teatro Clásico Español y Europeo en verso clásico. (El Gran Teatro del Mundo, de Calderón de la Barca; La Posadera de Goldini y otros), presentando Teatro Clásico, por primera vez, en el Parque de Maria Luisa de Sevilla.
Su familia, se traslada a vivir a Madrid, por motivos profesionales de sus hermanos que ya eran toreros y allí, sigue relacionada con el mundo del arte, asistiendo, a tertulias literarias. Conoce a muchos de los poetas de la Generación del 27, y algunos le dan a leer sus poemas y al ver sus cualidades interpretativas, su voz profunda, su figura y su talento; la animan a seguir por ese camino.
Es contratada en los Espectáculos que presenta su primo MANOLO CARACOL y también es solicitada por Doña CONCHA PIQUER, para su Espectáculo y por EL PRINCIPE GITANO, que también la llevan, actuando por toda España.
En el año 1950 da su primer recital y monta Espectáculo propio en solitario en el Teatro Lara de Madrid, con asistencia de grandes personalidades de la Cultura, siendo un gran éxito.
Don Gerardo Diego, de La Real Academia Española, publicó en la prensa de Madrid, "El arte de Gabriela Ortega, es singular, no se parece encarnando la poesía a ningún actor o recitador, sobretodo cuando interpreta poemas de temas taurinos. La sangre torera vieja de su estirpe y nueva de impetuoso torrente, le circula por las venas del verso, que vibra y serpentea con un hondo sentido del ritmo, ritmo dicho, cantado, bailado, toreado y esculpido, con una verdad, que solo Gabriela Ortega, ha sabido fundir en materia y espiritualidad hirviente".
Fueron muchos los poetas y personalidades de la cultura, los que alabaron sus cualidades interpretativas y reconociendo sus muchos méritos, le impusieron en Madrid en el año 1.958, la Medalla de Oro, en el Arte de la Interpretación.
Ella fue creadora única de unir el compás de los bailes flamencos, a los poemas, dándole fuerza y vida, como nadie ha sabido hacerlo. Recibió innumerables galardones, de diversas instituciones culturales y taurinas. En Madrid recibió la primera "Flor de Primavera", de la poesía y en Barcelona, actuó en el Liceo. Fue en Coche de Caballos al Teatro y la aclamaron de tal forma que al salir del Liceo la vitorearon como a un torero y el coche de caballos que la llevó de vuelta al Hotel fue acompañado por multitud de seguidores por toda la Rambla.
Ya en su incomprensible exilio; y habiendo cosechado grandes triunfos en Argentina, le dedicaron, (y que tan solo lo tiene, Gabriela Ortega y el Poeta Don José Maria Pemán) en el Teatro Nacional de Buenos Aires, en el palco principal, un sillón con su nombre grabado las letras en oro.
Por los años 60 del pasado siglo, llevó la cultura andaluza, por muchos países de América, Méjico, Argentina, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Cuba, Panamá, Ecuador y parte de Francia y Portugal. Daba conferencias un las Universidades, donde los discos de Gabriela Ortega se utilizaban para facilitar la enseñanza del idioma español, vocalización, acento español y literatura. Los estudiantes expresaban su satisfacción y comprensión con más ímpetu, por la poesía de Federico García Lorca, de Alberti, de Juan Ramón Jiménez y tantos otros, después de ver y escuchar los recitales de Gabriela. Tenía grabados ocho discos en España y dos en Méjico.
Actuó en la mayoría de las Televisiones Americanas, transmitiendo la cultura y folklore andaluza, por donde pasaba.
En el Teatro Bellas Artes de Méjico, el día de su presentación, fue retransmitido por Radio Nacional de España en Madrid y el eco de los aplausos, dicen los que lo recuerdan que aún retumba en sus oídos. Allí en el Teatro de Bellas Artes de Méjico, le concedieron el trofeo más importante, concedido a un artista extranjero; El Azteca de Oro.
Cuando regresa a España continua con sus actuaciones, por distintas ciudades españolas, pero desgraciadamente, es condenada al exilio por el gobierno de Franco: El Ministro de Educación Sr. Lora Tamayo, le envía una carta al respecto, firmada también por el Escultor del Valle de los Caídos Don Juan de Avalos y el Director del Instituto de Cultura Hispánica, con la indicación de no poder recitar en los Teatros Españoles, a los poetas prohibidos por el Régimen, como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Hnos. Machado y tantos otros.
Acepta con resignación la decisión de las autoridades y se marcha de nuevo para América a seguir con sus actuaciones, que alterna con clases de Español y Declamación en las Universidades. En Colombia concretamente le es concedida una Cátedra, dando clases durante tres años, tras sufrir un desafortunado accidente en el escenario y fracturarse un tobillo. Después viaja a Méjico de nuevo e interviene en una Película con Lola Flores y Miguel Aceves Mejías, "Échame la Culpa", donde interpreta, Uno, Dos y Tres de Manuel Benítez Carrasco, (Poema representado y bailado por ella, que le dio tanta fama).
En estos años también se dedica a escribir; entre ellos, ya que fueron varios, había un Guión de una película, "Café Cantante" y que vendió a una Productora Alemana.
Uno de los libros se publicó en 1.996, (al año de su fallecimiento), con motivo de La Feria del Libro; "DINASTÍAS TORERAS DE ANDALUCÍA".
En los últimos años de su vida, cuando volvió de América, dedicó parte de su tiempo a la pintura y a la escritura. Alternando algunas actuaciones esporádicas en Peñas Taurinas. Actuó en Granada en el Palacio de Congresos, con Cristina Hoyos. También en televisión gracias a los programas de Jesús Quintero.
Gabriela Ortega Gómez, falleció el día 11 de Agosto de 1.995 en Aznalcazar, (Sevilla), en una Residencia de Ancianos.
En homenaje a una gran olvidada, Gabriela Ortega Gómez para que su talento, su arte y su temple sigan vivos como su voz en nosotros siempre!!!!
MANUEL ORTEGA NIETO DEL ALMENDRO
viernes, 4 de febrero de 2011
Hombre simpático, fino catador del cante bueno que decía con el depurado gusto de un autentico maestro, aunque nunca quisieron explotarlo comercialmente, fue creador de un estilo de fandango que popularizó su pariente Manolo Caracol.
Enrique Ortega Monje "El Almendro",
nació en la sevillana Alameda de Hércules, el 24 de diciembre de 1892. Fue banderillero de Rafael El Gallo, Joselito, Ignacio Sánchez Mejías, Maera, Algabeño y Cagancho, retirándose prematuramente de los ruedos en 1931 a causa de su obesidad. Falleció en su Sevilla natal, en los primeros días de abril de 1959, a los 67 años de edad. Insertamos un extracto de la entrevista que Manolo Liaño realizó a "El Almendro" para la revista El Ruedo nº 753, de 27 de noviembre de 1958:
Todo buen aficionado taurino, antiguo o moderno, sabe ahora quien es Enrique Ortega "El Almendro". Por si alguien no lo recuerda, diremos que Enrique Ortega es uno de los tres banderilleros que formaron muchas tardes a las ordenes del coloso de Gelves. De ese matador inmenso que se llamó José Gómez "Gallito", cuyos subalternos de a pie fueron Blanquet, "Cuco" y "El Almendro". El trío que se hizo célebre con "Joselito" en la época de oro del toreo. Ahora, cuando han pasado ya muchos años de aquellos días en los que Enrique Ortega hiciera una vez y otras el paseo detrás de "Joselito Maravillas", me lo he encontrado en Jerez, acompañado del Marqués de Domecq, de don Pablo Martínez Elizondo y del hijo del popular "Chopera", Manolo. "El Almendro", hombre jovial y muy agradable, ha ido recordando conmigo su época de torero.
¿Qué hace usted por Jerez?
Vengo con frecuencia por mis dos profesiones actuales: corredor de ganados y propagandista de vinos.
"Domecq obliga" dice el escudo.
Y el dinero que hace falta
En cuestión de ganado bravo, ¿qué tal es el de las ganaderías de Jerez?
De lo mejor de España
¿En cuestión de vino?
Jerez, la figura mundial
Pero, aparte del corretaje y la propaganda, usted tiene otra profesión. Otra afición, si usted quiere.
¿Se refiere usted al cante?
Al cante flamenco
He cantado algunas veces, sí.
¿Y canta?
Menos que un canario en tiempo de muda.
Dicen que lo hacía usted superior.
La gente, que siempre fue buena conmigo
¿Qué edad tiene usted Enrique?
Estoy a punto de cumplir los sesenta y cuatro años.
¿Y cuando nació usted al toreo?
En el año 1910. Quise ser matador, pero pronto vi que no tenía nada que hacer con la muleta y la espada... y cogí los palos.
¿Y donde fue su debut?
Creo que fue en Sanlúcar, allá por el año once. Fue una novillada de Miura. Al año siguiente me coloqué con mi primo hermano Joselito.
¿Y hasta cuando estuvo con él?
Hasta que le dejé enterrado en el cementerio de San Fernando de Sevilla.
¿Por qué le pusieron "El Almendro"?
Había tres Ortega en la cuadrilla de José. El maestro, "El Cuco" y yo. Era, pues, un lío. Había que buscarle un arreglo, y a mi comenzaron a llamarme "El Almendro". Es el mismo apodo que usaba un viejo banderillero de Fernando "El Gallo" y Guerrita.
¿Le gusta?
Mucho. Cuando escucho a la Piquer cantar eso de "El Almendro"...
¡Cree que es por usted, vamos...!
No. Pero me gusta.
¿Cuánto fue su primer sueldo como banderillero?
Sesenta pesetas. La cuadrilla de "Gallito" era la que más cobraba, en comparación con las cuarenta pesetas de las cuadrillas de otros.
¿Cómo era Gallito como torero?
Como cien veces mejor que el mejor.
¿Qué admiraba usted más en él?
Sus conocimientos. Al instante de salir un toro por los chiqueros sabía perfectamente el juego que daría.
¿Por qué lo mató "Bailaor"?
Porque era su sino. No fue un descuido. El toro se había quedado ciego en el tercio de varas, y al darle José un pase por alto le dio la cornada. Le metió el pitón hasta la mazorca y le destrozó por dentro. El paquete vascular salió al exterior...
Pero derramo poca sangre.
El derrame fue interior. Cuando lo cogimos del suelo tenía el cuerpo acardenalado, morado, a consecuencia del derrame interno.
¿Sintió su muerte?
Tanto como la de mi padre. Jamás olvidaré aquellas palabras dramáticas de "Joselito" antes de morir: "Llamar a Mascarell, que voy a morirme en Talavera"
Todo buen aficionado taurino, antiguo o moderno, sabe ahora quien es Enrique Ortega "El Almendro". Por si alguien no lo recuerda, diremos que Enrique Ortega es uno de los tres banderilleros que formaron muchas tardes a las ordenes del coloso de Gelves. De ese matador inmenso que se llamó José Gómez "Gallito", cuyos subalternos de a pie fueron Blanquet, "Cuco" y "El Almendro". El trío que se hizo célebre con "Joselito" en la época de oro del toreo. Ahora, cuando han pasado ya muchos años de aquellos días en los que Enrique Ortega hiciera una vez y otras el paseo detrás de "Joselito Maravillas", me lo he encontrado en Jerez, acompañado del Marqués de Domecq, de don Pablo Martínez Elizondo y del hijo del popular "Chopera", Manolo. "El Almendro", hombre jovial y muy agradable, ha ido recordando conmigo su época de torero.
¿Qué hace usted por Jerez?
Vengo con frecuencia por mis dos profesiones actuales: corredor de ganados y propagandista de vinos.
"Domecq obliga" dice el escudo.
Y el dinero que hace falta
En cuestión de ganado bravo, ¿qué tal es el de las ganaderías de Jerez?
De lo mejor de España
¿En cuestión de vino?
Jerez, la figura mundial
Pero, aparte del corretaje y la propaganda, usted tiene otra profesión. Otra afición, si usted quiere.
¿Se refiere usted al cante?
Al cante flamenco
He cantado algunas veces, sí.
¿Y canta?
Menos que un canario en tiempo de muda.
Dicen que lo hacía usted superior.
La gente, que siempre fue buena conmigo
¿Qué edad tiene usted Enrique?
Estoy a punto de cumplir los sesenta y cuatro años.
¿Y cuando nació usted al toreo?
En el año 1910. Quise ser matador, pero pronto vi que no tenía nada que hacer con la muleta y la espada... y cogí los palos.
¿Y donde fue su debut?
Creo que fue en Sanlúcar, allá por el año once. Fue una novillada de Miura. Al año siguiente me coloqué con mi primo hermano Joselito.
¿Y hasta cuando estuvo con él?
Hasta que le dejé enterrado en el cementerio de San Fernando de Sevilla.
¿Por qué le pusieron "El Almendro"?
Había tres Ortega en la cuadrilla de José. El maestro, "El Cuco" y yo. Era, pues, un lío. Había que buscarle un arreglo, y a mi comenzaron a llamarme "El Almendro". Es el mismo apodo que usaba un viejo banderillero de Fernando "El Gallo" y Guerrita.
¿Le gusta?
Mucho. Cuando escucho a la Piquer cantar eso de "El Almendro"...
¡Cree que es por usted, vamos...!
No. Pero me gusta.
¿Cuánto fue su primer sueldo como banderillero?
Sesenta pesetas. La cuadrilla de "Gallito" era la que más cobraba, en comparación con las cuarenta pesetas de las cuadrillas de otros.
¿Cómo era Gallito como torero?
Como cien veces mejor que el mejor.
¿Qué admiraba usted más en él?
Sus conocimientos. Al instante de salir un toro por los chiqueros sabía perfectamente el juego que daría.
¿Por qué lo mató "Bailaor"?
Porque era su sino. No fue un descuido. El toro se había quedado ciego en el tercio de varas, y al darle José un pase por alto le dio la cornada. Le metió el pitón hasta la mazorca y le destrozó por dentro. El paquete vascular salió al exterior...
Pero derramo poca sangre.
El derrame fue interior. Cuando lo cogimos del suelo tenía el cuerpo acardenalado, morado, a consecuencia del derrame interno.
¿Sintió su muerte?
Tanto como la de mi padre. Jamás olvidaré aquellas palabras dramáticas de "Joselito" antes de morir: "Llamar a Mascarell, que voy a morirme en Talavera"

Rafael Ortega Monge
(Sevilla, principios del XX-1973). Bailaor
Fue sin duda un artista singular. Pilar López, quien lo tuvo junto a ella en algunos de sus espectáculos, le admiraba: "¡Un milagro! Tenía los brazos de una mujer en un bailaor macho. No bailaba de pies pero tenía toda la gracia de El Gallo, su primo. ¡Qué braceo! Retorcía las muñecas sin resultar afeminado su baile". La revista $Crónica$ publicaba en marzo de 1935 acerca de nuestro personaje: "Este Rafael Ortega, bailarín de los pocos, es meridional, tempestuoso y ardiente, de ésos que a cada momento habla de la mare y el pare y de la salú de sus hijos. Hombre maravilloso. Lo ve uno en la escena, en el mundo lleno de luz artificial del teatro, cimbreando su cuerpo, aleteando con las manos, jaleándose en silencio a sí mismo y enseguida se comprende que Rafael no baila por el aquél de tener un compromiso, sino porque le sale de dentro, del fondo de su alma cañí".
(Sevilla, principios del XX-1973). Bailaor
Fue sin duda un artista singular. Pilar López, quien lo tuvo junto a ella en algunos de sus espectáculos, le admiraba: "¡Un milagro! Tenía los brazos de una mujer en un bailaor macho. No bailaba de pies pero tenía toda la gracia de El Gallo, su primo. ¡Qué braceo! Retorcía las muñecas sin resultar afeminado su baile". La revista $Crónica$ publicaba en marzo de 1935 acerca de nuestro personaje: "Este Rafael Ortega, bailarín de los pocos, es meridional, tempestuoso y ardiente, de ésos que a cada momento habla de la mare y el pare y de la salú de sus hijos. Hombre maravilloso. Lo ve uno en la escena, en el mundo lleno de luz artificial del teatro, cimbreando su cuerpo, aleteando con las manos, jaleándose en silencio a sí mismo y enseguida se comprende que Rafael no baila por el aquél de tener un compromiso, sino porque le sale de dentro, del fondo de su alma cañí".
MI TIO ABUELO RAFAEL ORTEGA CON PILAR LOPEZ
Rafael Ortega Monge
Bailaor que después de triunfar en Sevilla, perteneció al cuadro de Manolo Caracol, hasta que fue elegido por Ignacio Sánchez Mejias para interpretar su obra "Las calles de Cádiz" que escribiera para la Argentinita. En 1934, formó pareja con Pilar López, y posteriormente actuaría en diversas compañías como la de Pepe Pinto, Pastora Imperio, Pilar López, Concha Piquer o Lola Flores, con quien interpretó la obra "La guapa de Cádiz". Ha sido uno de los más destacados bailaores de su tiempo.
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