sábado, 5 de febrero de 2011

Gabriela Ortega

Seguramente es ésta la más amplia y fabulosa dinastía gitana, de flamencos y toreros de donde viene Gabriela Ortega Gómez.

Nacida en Sevilla, el día 15 de Agosto de 1915 en la Alameda de Hércules y en la Casa de sus tíos los Famosísimos Toreros, RAFAEL y JOSELITO EL GALLO.
Gabriela, ha sido y será el eslabón de una dinastía de andaluces geniales, que han dado lustre y esplendor a la tierra andaluza y que han dejado preñadas las páginas de la historia de su arte, por toda la geografía española, inclusive muchos países de América, Francia y Portugal.



Familia cuyo primer gran patriarca fue Enrique Ortega Díaz el Gordo Viejo, cantaor. Casó con Carlota Feria, perteneciente también a una familia cantaora gaditana, y el matrimonio tuvo los siguientes hijos: Enrique el Gordo, cantaor; José el Águila, cantaor; Paquiro, bailaor; Gabriela, bailaora; Chano, cantaor; Manuel, cantaor, y Rita la Rubia, bailaora. Hubo otras generaciones de la misma familia. Enrique el Gordo casó con La Morala, cantaora y bailaora, y tuvieron cuatro hijos: Rita la Gorda, cantaora; Joselito la Morala, cantaor y bailaor; Rosario y Carlota, de quienes no se conoce actividad flamenca. Joselito la Morala tuvo tres hijos: Rafael, cantaor y bailaor; Manuel y José, sin relevancia flamenca. Rafael casó con la bailaora malagueña Trini Heredia, unión de la que nació Manzanita. El Águila casó con Rufina Fernández Espeleta, hija de Curro Dulce, ahijado a su vez del Gordo Viejo. Del matrimonio nacieron seis hijos: Carlota, bailaora; Enrique el Cuco, torero; Rita, bailaora; Manuel el del Bulto, cantaor; Joselón, cantaor, y Rosario, bailaora. Del matrimonio de Manuel el del Bulto y Dolores Juárez nació Manolo Caracol, padre a su vez de Enrique (cantaor), Luisa (cancionera y cantaora) -quien casó con Arturo Pavón hijo-, Lola y Manuela, bailaoras. Gabriela Ortega casó con el torero Fernando Gómez el Gallo, matrimonio del que nacieron Rafael -quien casó con la bailaora Pastora Imperio-, Joselito y Fernando, los Gallos, toreros; Dolores, bailaora no profesional, casó con el torero Ignacio Sánchez Mejías; Gabriela, quien casó con su primo Enrique el Cuco, y Trini, mujer del torero Manolo Martín Vázquez, ninguna de las cuales tuvo actividad artística. Gabriela y el Cuco fueron padres de Gabriela, recitadora flamenca; Trini; José y Rafael, los Gallitos, toreros. Manuel Ortega fue padre del cantaor y banderillero Enrique el Almendro y Carlota, y el bailaor Rafael. Otras dos interesantes figuras de esta inagotable familia fueron la bailaora Regla Ortega y la cantaora Inés Ortega Niña del Columpio.



Gabriela Ortega, su voz, desgarrada, autentica, que sale del alma de un pueblo mestizo y sabio, donde la gracia de Cádiz y el arte de Sevilla, se mezclaron, creando el prodigio irrepetible y único de una GABRIELA UNIVERSAL.



Cursa estudios de Arte Dramático en la Universidad de Sevilla, llegando a ser primera actriz del Teatro Español Universitario, representando Teatro Clásico Español y Europeo en verso clásico. (El Gran Teatro del Mundo, de Calderón de la Barca; La Posadera de Goldini y otros), presentando Teatro Clásico, por primera vez, en el Parque de Maria Luisa de Sevilla.



Su familia, se traslada a vivir a Madrid, por motivos profesionales de sus hermanos que ya eran toreros y allí, sigue relacionada con el mundo del arte, asistiendo, a tertulias literarias. Conoce a muchos de los poetas de la Generación del 27, y algunos le dan a leer sus poemas y al ver sus cualidades interpretativas, su voz profunda, su figura y su talento; la animan a seguir por ese camino.



Es contratada en los Espectáculos que presenta su primo MANOLO CARACOL y también es solicitada por Doña CONCHA PIQUER, para su Espectáculo y por EL PRINCIPE GITANO, que también la llevan, actuando por toda España.



En el año 1950 da su primer recital y monta Espectáculo propio en solitario en el Teatro Lara de Madrid, con asistencia de grandes personalidades de la Cultura, siendo un gran éxito.



Don Gerardo Diego, de La Real Academia Española, publicó en la prensa de Madrid, "El arte de Gabriela Ortega, es singular, no se parece encarnando la poesía a ningún actor o recitador, sobretodo cuando interpreta poemas de temas taurinos. La sangre torera vieja de su estirpe y nueva de impetuoso torrente, le circula por las venas del verso, que vibra y serpentea con un hondo sentido del ritmo, ritmo dicho, cantado, bailado, toreado y esculpido, con una verdad, que solo Gabriela Ortega, ha sabido fundir en materia y espiritualidad hirviente".

Fueron muchos los poetas y personalidades de la cultura, los que alabaron sus cualidades interpretativas y reconociendo sus muchos méritos, le impusieron en Madrid en el año 1.958, la Medalla de Oro, en el Arte de la Interpretación.

Ella fue creadora única de unir el compás de los bailes flamencos, a los poemas, dándole fuerza y vida, como nadie ha sabido hacerlo. Recibió innumerables galardones, de diversas instituciones culturales y taurinas. En Madrid recibió la primera "Flor de Primavera", de la poesía y en Barcelona, actuó en el Liceo. Fue en Coche de Caballos al Teatro y la aclamaron de tal forma que al salir del Liceo la vitorearon como a un torero y el coche de caballos que la llevó de vuelta al Hotel fue acompañado por multitud de seguidores por toda la Rambla.

Ya en su incomprensible exilio; y habiendo cosechado grandes triunfos en Argentina, le dedicaron, (y que tan solo lo tiene, Gabriela Ortega y el Poeta Don José Maria Pemán) en el Teatro Nacional de Buenos Aires, en el palco principal, un sillón con su nombre grabado las letras en oro.

Por los años 60 del pasado siglo, llevó la cultura andaluza, por muchos países de América, Méjico, Argentina, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Cuba, Panamá, Ecuador y parte de Francia y Portugal. Daba conferencias un las Universidades, donde los discos de Gabriela Ortega se utilizaban para facilitar la enseñanza del idioma español, vocalización, acento español y literatura. Los estudiantes expresaban su satisfacción y comprensión con más ímpetu, por la poesía de Federico García Lorca, de Alberti, de Juan Ramón Jiménez y tantos otros, después de ver y escuchar los recitales de Gabriela. Tenía grabados ocho discos en España y dos en Méjico.

Actuó en la mayoría de las Televisiones Americanas, transmitiendo la cultura y folklore andaluza, por donde pasaba.

En el Teatro Bellas Artes de Méjico, el día de su presentación, fue retransmitido por Radio Nacional de España en Madrid y el eco de los aplausos, dicen los que lo recuerdan que aún retumba en sus oídos. Allí en el Teatro de Bellas Artes de Méjico, le concedieron el trofeo más importante, concedido a un artista extranjero; El Azteca de Oro.

Cuando regresa a España continua con sus actuaciones, por distintas ciudades españolas, pero desgraciadamente, es condenada al exilio por el gobierno de Franco: El Ministro de Educación Sr. Lora Tamayo, le envía una carta al respecto, firmada también por el Escultor del Valle de los Caídos Don Juan de Avalos y el Director del Instituto de Cultura Hispánica, con la indicación de no poder recitar en los Teatros Españoles, a los poetas prohibidos por el Régimen, como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Hnos. Machado y tantos otros.

Acepta con resignación la decisión de las autoridades y se marcha de nuevo para América a seguir con sus actuaciones, que alterna con clases de Español y Declamación en las Universidades. En Colombia concretamente le es concedida una Cátedra, dando clases durante tres años, tras sufrir un desafortunado accidente en el escenario y fracturarse un tobillo. Después viaja a Méjico de nuevo e interviene en una Película con Lola Flores y Miguel Aceves Mejías, "Échame la Culpa", donde interpreta, Uno, Dos y Tres de Manuel Benítez Carrasco, (Poema representado y bailado por ella, que le dio tanta fama).

En estos años también se dedica a escribir; entre ellos, ya que fueron varios, había un Guión de una película, "Café Cantante" y que vendió a una Productora Alemana.

Uno de los libros se publicó en 1.996, (al año de su fallecimiento), con motivo de La Feria del Libro; "DINASTÍAS TORERAS DE ANDALUCÍA".

En los últimos años de su vida, cuando volvió de América, dedicó parte de su tiempo a la pintura y a la escritura. Alternando algunas actuaciones esporádicas en Peñas Taurinas. Actuó en Granada en el Palacio de Congresos, con Cristina Hoyos. También en televisión gracias a los programas de Jesús Quintero.

Gabriela Ortega Gómez, falleció el día 11 de Agosto de 1.995 en Aznalcazar, (Sevilla), en una Residencia de Ancianos.

En homenaje a una gran olvidada, Gabriela Ortega Gómez para que su talento, su arte y su temple sigan vivos como su voz en nosotros siempre!!!!

MANUEL ORTEGA NIETO DEL ALMENDRO

1 comentario:

  1. Una de las grandes sí señor, no ha habido nadie que recite como la señora Gabriela Ortega.

    ResponderEliminar